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domingo, 27 de mayo de 2018

ANFITRITE

Anfitrite, detalle de
un mosaico romano en Cirta.
Anfitrite y Poseidón de Paris Bordone


Divinidad marina, considerada como la señora de los mares. Su nombre significa "la tercera que rodea al mar". Es hija de Nereo y Doris. Danzaba un día cerca de la isla de Naxos con sus hermanas, las Nereidas, cuando Poseidón la vio y se enamoró de ella. Huyendo del dios, Anfititre se escondió, pero un delfín la persuadió de que volviera y, finalmente, se casó con Poseidón. Engendró a Tritón y su equivalente latino es Salacia.

                                                                                                                              


sábado, 3 de marzo de 2018

LAOCOONTE

SINOPSIS

Laocoonte y sus hijos. Copia en mármol del siglo I a.C.
de un original en bronce del siglo III a. C.
Museo Plinio-Clementino. Ciudad del Vaticano
Nombre con el que se conocía al sacerdote de Apolo –o en otra versión de Poseidón- en Troya. Es hijo de Antenor, el anciano troyano, o según otra versión de Capis. Contrajo nupcias con la bella Antíope con quien tuvo dos hijos. Es famoso y recordado en la mitología por el hecho de haberse opuesto a la entrada de Troya del caballo de madera dejado por los aqueos. Pretendiendo demostrar que se trataba de un ardid arrojó una flecha contra la estatua. El impacto produjo un sonido hueco, pero sus compatriotas no le creyeron. En otra versión lo que arroja son palos con fuego. Sin embargo, en lo que todas las narraciones concuerdan es en que inmediatamente salieron del mar dos serpientes que fueron a enroscarse a los cuerpos de los hijos de Laocoonte. Este intentando salvarlos se lanza en contra de las bestias que terminan por matarlo a él y a sus hijos. Los troyanos vieron en esto un castigo de los dioses a la impiedad del sacerdote, que estaba rechazando el presunto ofrecimiento de paz de los griegos.



ADEMAS: ALGUNOS DATOS ADICIONALES SOBRE LAOCOONTE


  • La más famosa interpretación literaria de Laocoonte y sus hijos se encuentra en La Eneida.
  • La representación escultórica más famosa del personaje es un grupo conocido como Laocoonte y sus hijos, escultura en mármol que en la actualidad se encuentra en el Museo Vaticano. Es una copia del siglo I de un original en bronce del siglo III a.C.
  • Existe en la actualidad, un pequeño asteroide, el 3240, llamado Laocoonte en su honor.
  • Son varias las versiones que intentan explicar el castigo de Laocoonte. En algunas ocasiones se atribuye tal al hecho de que este había incumplido la prohibición de Apolo de casarse y tener hijos; en otras, se afirma que había profanado la imagen de Febo al unirse carnalmente delante de su imagen. La tradición más aceptada concuerda en que el castigo se debió al hecho de intentar destruir un regalo atribuido a una deidad.



jueves, 1 de febrero de 2018

LA FUNDACIÓN DE ATENAS (MITO)

La competencia entre Atenea y Poseidón.
Detalle en vasija griega.
Competía a los dioses aceptar ser protectores especiales de una o más ciudades griegas: en la guerra, en la tempestad, en la buena y en la mala cosecha.
Siguiendo una tradición milenaria, Cécrope, el rey mitad hombre, mitad reptil, llamó a los inmortales olímpicos a que dirimieran el patronazgo sobre una ciudad que acababa de fundar en la región del Ática.
La competencia más reñida se estableció entre Atenea y Poseidón. Disputaban la tierra palmo a palmo. Obstinadamente. Los otros dioses abandonaron la lucha, para que los dos decidieran entre sí.
El pueblo estaba dividido. Los marineros aclamaban al rey de las aguas. Los soldados aplaudían el sabio coraje de su dios. Los demás vacilaban.
Para poner fin a la acalorada disputa, el soberano Cécrope pidió a Atenea y a Poseidón que crearán algo útil para la nueva ciudad. La ofrenda que los habitantes prefiriesen determinaría quien sería el vencedor.
Poseidón fue el primero con fuerza, golpeó el suelo con su tridente. De la Acrópolis brotó una fuente y de esta surgió un espléndido caballo. La creación de la fuente y el caballo agradaron a la población.

Atenea hirió la tierra con su lanza, sacando chispas, veloz como el rayo, domó el caballo e hizo surgir de la tierra el olivo. El rey Cécrope recibió conmovido la rama cargada de frutos. El pueblo reconoció en el vegetal el regalo más valioso. Los dioses confirmaron la elección y la nueva ciudad recibió el nombre de Atenas. 
Atenea lucha contra Poseidón por la ciudad de Atenas.
Detalle en el tímpano oeste del Partenón.

domingo, 28 de enero de 2018

ATLÁNTIDA

La Atlántida fue una isla mítica, mencionada en los diálogos Timeo y Critias del filósofo griego Platón. Estaba situada al oeste de las Columnas de Hércules y su historia se remonta en el tiempo a nueve mil años antes de la época del legislador ateniense Solón. Según la versión platónica narrada por Critias, discípulo de Sócrates, cuando los dioses se repartieron el mundo, la Atlántida le tocó a Poseidón, quien vivió allí largo tiempo con la joven Clito, hija única de Evenor, el primer hombre de la isla. De la unión del dios marino con Clito nacieron diez hijos de los cuales Atlas (Atlante) fue el mayor y de quien tomó el nombre la isla. Este recibió del dios marino el poder sobre esa tierra y la dividió en diez partes, tomando una para sí y repartiendo las restantes entre sus hermanos. Atlas reinaba sobre todos ejerciendo su soberanía desde el monte central. Los posteriores reyes de la Atlántida explotaron las riquezas naturales de la isla –sobre todo oricalco, hierro, oro-, fundaron ciudades, erigieron palacios, y construyeron murallas y canales. Lograron dominar parte de África y Asia, pero fueron repelidos finalmente por los atenienses. Castigada por sus vicios y su orgullo, la Atlántida fue tragada por Océano. Los antiguos la identificaban con el archipiélago de las islas Azores, sobre el que los fenicios contaban historias maravillosas.

DATOS CURIOSOS:

La caída de la Atlántida (s.XVII) de Francois Nomé
  • No se debe confundir a Atlas (Atlante), primer rey de Atlántida, con el titán del mismo nombre –que sostiene, según el mito,  sobre sus hombros el cielo.
  • En honor a Atlas, rey de la Atlántida, el océano Atlántico recibe ese nombre.
  • La única fuente de información sobre la presunta Atlántida son los diálogos platónicos mencionados.
  • En el diálogo Critias no se llega describir la destrucción de la isla pues el relato se interrumpe. Lo que sí se llega a afirmar es que es los atalantes fueron castigados por su soberbia.
  • Durante los siglos XVI y XVII se creyó que varias islas (Azores, Canarias, Antillas, etc.) eran los restos de Atlántida.
  • Algunos afirman que los atalantes estarían vinculados con los tartesios, pueblo que se asentó en la península ibérica y que para los griegos fueron la primera civilización de Occidente.
  • En la novela Veinte mil leguas de viaje submarino (1869) del escritor francés Julio Verne, se narra el encuentro de los protagonistas con los restos de la antigua Atlántida.
  • La Sociedad Thule –grupo de estudios ocultistas, al parecer vinculados al nazismo- estudió con interés el tema de la Atlántida. Estos creían que la raza aria podía descender de los atlantes.
  • Se ha tratado de vincular a la Atlántida con diversas civilizaciones tales como la minoica, la egipcia, los ya mencionados tartesios e, incluso, con civilizaciones precolombinas (Tiahuanaco).


lunes, 22 de enero de 2018

HESTIA

Hestia Giustiniani.
Estatua en mármol. Museo Torlonia

Simbolizando siempre algún fenómeno natural, un hecho social o una reflexión sobre el mundo o la vida, la mitología grecorromana englobaba gran número de dioses. Entre ellos, resaltaban las divinidades relativas a la familia y a la patria: Hestía (Vesta), los Lares, los Penates y los Genios, cada una dotada de características específicas, pero todas relacionadas con la protección de las comunidades o grupos sociales.

Hestía (en griego antiguo Ἑστία Hestía) es una divinidad del fuego, como Hefesto (Vulcano), el dios artesano, o el titán Prometeo, que también simbolizaban ese elemento. Pero, mientras Hefesto representa al fuego no domado, el elemento ígneo en sus manifestaciones subterráneas, y Prometeo el fuego del que el hombre se apoderó como condición de autonomía, Hestía es el fuego doméstico, el fuego del hogar y del altar, que proporciona calor y cuece los alimentos para los hombres o los sacrificios para los dioses, y que fortalece la unidad familiar. La misma palabra “hestía” es la traducción de ese  sentido funcional del fuego: en griego quiere decir “hogar”.
Hestia. Cerámica ateniense en rojo (S. V a. C.)

La divinidad del fuego doméstico se encuentra, bajo diferentes denominaciones y con cultos diversos, en todos los pueblos de lenguas indoeuropeas. Entre estos, el culto del hogar parece haber señalado el paso de la condición de nómades a sedentarios.

La figura  de Hestía no aparece en Homero (siglo IX a.C.), aunque el poeta menciona la santidad del hogar. Quien primero habla de ella es Hesíodo (VIII a.C.), en su Teogonía, donde la diosa es citada como hija de Cronos (Saturno) y Rea (Cibeles) y por lo tanto como hermana de Zeus (Júpiter), Hades (Plutón), Poseidón (Neptuno), Hera (Juno) y Deméter (Ceres).

El sacrificio a Vesta (1771) Francisco de Goya
Como representa el poder purificador del fuego, ella es conocida míticamente como una joven casta. Se cuenta que tras la guerra contra los Titanes, Hestia fue cortejada por Poseidón y por Apolo pero juró sobre la cabeza de Zeus que permanecería siempre virgen, evitando así la primera disputa entre dioses olímpicos. El rey de los dioses le correspondió cediéndole la primera víctima de todos los sacrificios públicos y los lugares preeminentes de todas las casas.

Primogénita de la pareja Cronos-Rea, recibe así las primicias de todos los sacrificios. Se le solía sacrificar una ternera de menos de un año. En el culto, personifica sobre todo al fuego del hogar, el centro de la casa, en torno al cual se reunía la familia. Simboliza el concepto de morada estable, lugar donde convergen todos los miembros de un clan, y donde los dioses protectores de la estirpe tienen su sede. También es a su alrededor donde las familias celebran sus fiestas y sus ritos de nacimiento, matrimonio, etc., y acogen a los huéspedes, los extranjeros, los caminantes y los mendigos.

Hestía no protege solamente el lar u hogar privado, sino también a la ciudad (el lar común), cuyo fuego sagrado es conservado cuidadosamente. En las ciudades griegas, la “hestía” publica era colocada en el pritaneo, casa de la ciudad, lugar de reunión de los representantes de las tribus, centro político de la región.

Cuando un grupo de ciudadanos partía con el propósito de formar una nueva patria, colonia de la ciudad-madre, llevaba consigo una parte del fuego del pritaneo, para encender con él el lar público de la nueva fundación. En ocasión de la fusión de villas en una sola, se encendía la “hestía publica” que era el símbolo del centro político y religioso de la confederación recién formada.

Su culto fue siempre simple, despojado de refinamientos. En todos los ritos era costumbre sacrificar a Hestía tanto al principio como al fin de las celebraciones. Su equivalente romano es Vesta aunque difiere de esta última tanto en atribuciones como importancia ( véase Vestales)






sábado, 13 de enero de 2018

POLIFEMO




Ulises ciega a Polifemo  de Pellegrino Tibaldi 
En la mitología clásica, dos son los personajes que llevan este nombre:

1.  El cíclope, famoso por su mención en los textos homéricos y que es finalmente la  versión más conocida.

2. El lapita, hijo de Elato e Hipea que participó en la misió
n de los argonautas. Se afirma que tras esta aventura se habría establecido en la región de Misia, donde fundó una ciudad de la que fue rey.  
En este post, debido a que son pocos los datos que se tienen sobre la segunda mención nos centraremos, sobre todo, en la primera.  

Polifemo (en griego antiguo Πολύφημος Polyphêmos, ‘de muchas palabras’) es probablemente el cíclope más famoso del mundo clásico. Hijo de Poseidón (Neptuno) y de la ninfa Toosa, como todos los de su estirpe era de tamaño gigantesco y con un solo ojo en medio de la frente. Según la tradición, habitaba en una caverna cerca del monte Etna en Sicilia. Asimismo, si bien se dice que conocía del fuego, se alimentaba de carne cruda y se dedicaba al pastoreo.

Odiseo en la cueva de Polifemo (1635)  de Jacob Jordaen
En el canto IX de La Odisea, se narra el encuentro entre el cíclope y, Odiseo y sus hombres.  Estos luego de llegar a la cueva de Polifemo se dieron un banquete con sus alimentos, lo que habría provocado la ira del cíclope. Tras esto, dos de los hombres de Odiseo fueron devorados y encerrados. El héroe viendo la situación solicitó hospitalidad lo que provocó la burla del cíclope que terminó encerrando a todos en su cueva, obstruyendo la entrada con una enorme piedra. Al día siguiente, devoró a otros dos hombres y, más tarde, a otros más. Odiseo, finalmente, urdió un plan para terminar con el gigante: embriagarlo con el vino que el mismo le servía para luego hincarle en el ojo con una estaca ardiente. Una vez hecho esto, el gigante, loco de dolor, pidió socorro desesperadamente. Sus hermanos acudieron, y cuando le preguntaron quién le había herido, Polifemo declaró que “Nadie”, nombre con el que prudentemente se había identificado Odiseo. Creyéndolo loco o víctima de la ira de Zeus, que lo castigaba por haberse negado a dar hospitalidad, los cíclopes se retiraron. A la mañana siguiente, los griegos escaparon a su vez de la caverna sujetos al vientre y aferrados a los mechones de lana de los carneros que salían a pastorear, cuyos lomos el cíclope tocaba uno por uno. Odiseo y sus hombres corrieron a la playa y subieron a su navío. Cuando ya la embarcación se alejaba de la costa, el héroe reveló su verdadero nombre a Polifemo y este comprendió que se había cumplido el oráculo de que un hombre llamado Odiseo lo privaría de la vista. Lanzó sobre la embarcación enormes rocas, pero fue inútil: ya estaba lejos para alcanzarla. El cíclope rogó entonces a Poseidón, su padre, que lo vengase. En adelante, el rey de los mares demostró su cólera para con el héroe griego, haciéndole pasar muchas penas antes de volver a Ítaca.
Polifemo de Larry Elmore

Una mención en tono humorístico del personaje se hace en el drama satírico El cíclope de Eurípides.

Otra mención de Polifemo se da en el libro III de La Eneida en el que se narra cómo el héroe Eneas y sus hombres escapan de la isla del cíclope luego de ir en pos de Aqueménides –uno de los hombres de Odiseo que, perdido, se había quedado en la isla y pedido socorro a estos.

Según la versión que el escritor romano Ovidio relata en Las metamorfosis, Polifemo habría estado enamorado de la nereida Galatea. Esta, no obstante, rechaza su amor en favor de Acis, un pastor siciliano. Desdeñado, el cíclope arrojó una enorme roca sobre el joven, lo que le ocasionó la muerte. Desesperada, Galatea transformó al pastor en un río (el río Acis de Sicilia) y ella se arrojó al mar. Según la versión del historiador Apiano, Galatea se unió a Polifemo y tuvieron tres hijos: Gálato, Celto e Ilirio –dioses epónimos de los gálatas, celtas e ilirios respectivamente.


Asimismo, esta versión del mito sirve de inspiración para el poema Fabula de Polifemo y Galatea  de Luis de Góngora además de la pieza musical de Händel  Acis, Galatea y Polifemo.