Mostrando entradas con la etiqueta Mnemosine. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mnemosine. Mostrar todas las entradas

miércoles, 9 de enero de 2019

LOS DOCE HIJOS DE LA TIERRA Y EL CIELO (RELATO)

Saturno devorando a su hijo (1819-1823)
Francisco de Goya
“Unida a Urano (Caelus) por la fuerza de Eros (Amor), Gaia (tellus) tuvo inicialmente doce hijos: seis varones y seis mujeres, los Titanes y las Titanias. Son fuerzas violentas que pueblan el mundo e inician larga y penosa historia, afirma Hesíodo. Algunos se destacaron por su poder; otros se destacaron por sus trágicas peripecias. Poderosa es Temis, el orden establecido, la Justicia, la Ley, voluntad de los dioses y equilibrio perpetuo del Mundo. Lo es Mnemosine, la memoria universal, el recuerdo que conservan tanto los monumentos como el alma de los hombres. Lo es Tetis, alma femenina del Mar, que, unida a su hermano, Titán de nombre Océano, engendra tres mil hijos: todos los ríos del mundo. Lo es Hiperión, “el alto”, o “el que viaja por lo alto”, el Fuego Astral, esposo de la titania Febe, padre de Helios, el sol; de Selene, la luna; de Heos o Eós, la Aurora. Trágico es Yapeto (Iapetós), quien, uniéndose a la oceánida Climene, engendró cuatro hijos infortunados: Atlas, el gigante condenado a sostener el Mundo sobre sus hombros; Menecio, que más tarde osaría combatir contra Zeus (Júpiter), el señor de todos los Dioses; Prometeo, que desafiaría el poder olímpico; y Epimeteo, que acompañaría a su hermano. Trágico es también Cronos (Saturno), por su destino sin esperanza y los muchos trabajos que e
l futuro del mundo le reserva. Porque él es el dios del Tiempo –que todo lo regula, todo lo comanda- y le toca crear un nuevo orden en los aires y en las cosas. Revolucionar constantemente la naturaleza. Alterar el escenario de la vida, quitando de él a su propio padre. Cronos es insaciable. El Tiempo devora todo: seres, monumentos, destinos. Sin piedad. Sin apego a lo pasado. Lo que importa es construir el futuro. Sólo Mnemosine se opone a Cronos, preservando, dentro de lo posible, la lúcida materia sobre la que reina: la memoria. Pero Cronos vence siempre. Y continúa sin miedo su implacable cabalgata.” (versión Enciclopedia Salvat)


Mnemosine. Antiguo mosaico
greco romano S. II a.C.
La caída de los titanes. Pedro Oablo Rubens


domingo, 25 de septiembre de 2011

¿CUÁNTAS Y CUÁLES SON LAS MUSAS?

La musa Calíope de Cesare Dandini
Ah mira, en relación a las musas hay mucha divergencia con respecto a su origen . El poeta Mimnermo las considera hijas de Urano (el Cielo) y Gaia (la Tierra). Otros les dan como padre a Piero, rey de Emathía (antiguo nombre de Macedonia), vacilando en cuanto a la madre, que sería Antíope o aun la ninfa Pimpleis. Para algunos autores, Pimpleis o Pímpleia habría realmente engendrado a las Musas, pero no con Piero, sino con Zeus (Júpiter). Pero la versión más aceptada es la de Hesíodo (siglo VII a.C.), que atribuyó la concepción de las nueve diosas a la titania Mnemosine, la memoria, y a Zeus.

Cualquiera sea la leyenda del nacimiento de las Musas, ellas constituyen una de las más admirables concepciones que la imaginación humana logró inventar para representar, en forma concreta, los poderes creadores de la mente.

Homero las invoca para que lo ayuden a crear sus poemas, la Ilíada y la Odisea. Se dirige a todas en conjunto, como si fueran una Musa sola, sin especificar nombres. Por el contrario, Hesíodo fija su número en nueve, y para individualizarlas indica sus nombres: Clío, Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato; Urania y Calíope. Las venera con ardor por ser ellas, -afirma-, quienes le despertaron el don de la poesía cuando él era sólo un pastor; fueron ellas quienes le dictaron la Teogonía, su célebre obra sobre el origen del mundo y de los dioses.

Alegoría de la música (la musa Erato) de
Filipinno Lippi
Aunque mencionadas en los textos de poetas antiguos como Homero, las Musas sólo tuvieron atribución definida en época más reciente. Sus nombres, en griego ( y sus significados), son los siguientes: Kleió significa “gloria y reputación”, y representa a la Historia, pues es la encargada de celebrar, alabar o difundir las acciones humanas. Euterpe, “deleite, la que encanta”, preside la música. Tháleia o Thalia, “la que siempre florece, la fecunda, espléndida o abundante”, personifica la comedia. Melpomene, “la cantora o aeda”, es la tragedia. Terpsijore, “la que se regocija o la que encanta con los coros”, simboliza la danza. Erató, “la amable”, preside la poesía lírica y erótica. Polymnia, “muchos himnos” o, según algunos, “mucha memoria”, protege la oratoria y el ditirambo (composición lírica que, por expresar entusiasmo, fue utilizada como himno en honor de Baco), y también el arte mímico o teatral en general. Uranía, “la celeste”, representa a la astronomía y las ciencias exactas. Y Calíope, “la bella voz”, es la más sabia de las nueve hermanas. Los autores difieren en cuanto a las atribuciones de esta última: mientras algunos la sitúan, al mismo tiempo, en el campo de la elocuencia, la retórica y la poesía heroica, otros la limitan a la poesía épica, dejando las anteriores bajo la inspiración de Polymnia. Caliope es representada con una diadema de oro, que la distingue de sus hermanas y la identifica como la cabeza o guía  del coro de las Musas. En otros post, hablaremos más detalladamente de cada una de las musas… Ahí nos vemos…  
Apolo y las musas (1632) de Nicolas Poussin.