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miércoles, 28 de marzo de 2018

AGAMENÓN Y CLITEMNESTRA (VERSIÓN DE ROBERT GRAVES)

Egisto incitando a Clitemnestra a matar a Agamenón.  Pierre Narcise Guérin


a. Algunos dicen que Agamenón y Menelao tenían ya edad suficiente para detener a Tiestes en Delfos; otros, que cuando Egisto mató a Atreo eran todavía infantes y que su nodriza tuvo la serenidad necesaria para salvarlos. Tomándolos uno bajo cada brazo, huyó con ellos al palacio de Polifides, el vigesimocuarto rey de Sición, a instancias del cual fueron confiados luego a Éneo el etolio. Se conviene, no obstante, en que después de haber pasado algunos años en la corte de Éneo, el rey Tindáreo de Esparta les devolvió sus bienes. Marchó sobre Micenas y obligó a Tiestes, que se había refugiado en el altar de Hera, a jurar que legaría el cetro a Agamenón, como heredero de Atreo, e iría al destierro para no volver jamás. Tiestes partió inmediatamente para Citera, mientras Egisto, temiendo la venganza de Agamenón, huía al palacio del rey Cilarabes, hijo del rey argivo Esténelo. 


b. Se dice que Zeus dio poder a la casa de Éaco, sabiduría a la casa de Amitaón y riqueza a la casa de Atreo. Y ciertamente tenía riqueza: los reyes de Micenas, Corinto, Cleonas, Orneia, Aratírea, Sición, Hiperasia, Gonoesa, Pelene, Egium, Egíalo y Hélice pagaban tributo a Agamenón, tanto en la tierra como en el mar. 

c. Agamenón hizo primeramente la guerra contra Tántalo, rey de Pisa, hijo de su feo tío Bróteas, le mató en batalla, y se casó por la fuerza con su viuda Clitemestra, hija de Leda y del rey Tindáreo de Esparta. Los Dioscuros, hermanos de Clitemestra, marcharon por lo tanto sobre Micenas, pero Agamenón había acudido ya como suplicante a su benefactor Tindáreo, quien le perdonó y le permitió que se quedara con Clitemestra. Después de la muerte de los Dioscuros, Menelao se casó con su hermana Helena y Tindáreo abdicó en su favor. 

d. Clitemestra dio a Agamenón un hijo, Orestes, y tres hijas: Electra o Laódice, Ifigenia o Ifianasa, y Crisótemis; aunque algunos dicen que Ifigenia era sobrina de Clitemestra, hija de Teseo y Helena, de la que se compadeció y a la que adoptó. 

e. Cuando París, el hijo del rey Príamo de Troya, raptó a Helena y con ello provocó la guerra troyana, Agamenón y Menelao estuvieron diez años ausentes de su patria, pero Egisto no se unió a la expedición y prefirió quedarse en Argos para buscar la forma de vengarse de la Casa de Atreo. 

f. Ahora bien, Nauplio, el marido de Clímene, al no obtener satisfacción por parte de Agamenón y de los otros caudillos griegos por la lapidación de su hijo Palamedes, se alejó de Troya y recorrió la costa del Ática y el Peloponeso incitando al adulterio a las esposas solitarias de sus enemigos. Cuando Egisto se enteró de que Clitemestra figuraba entre las más ansiosas de dejarse convencer por Nauplio, se propuso no sólo hacerse su amante, sino también matar a Agamenón con su ayuda tan pronto como terminara la guerra de Troya. 

g. Hermes, enviado a Egisto por el omnisciente Zeus, le aconsejó que renunciara a su proyecto, basándose en que ón. Al principio Clitemestra rechazó sus requerimientos, porque Agamenón, informado de la visita de Nauplio a Micenas, había ordenado al bardo de su corte que la vigilara atentamente y le comunicara por escrito la menor señal de infidelidad. Pero Egisto se apoderó del viejo bardo y lo abandonó sin alimentos en una isla solitaria, donde las aves no tardaron en picotear  sus huesos. Entonces Clitemestra se entregó a los brazos de Egisto y él celebró su inesperado triunfo con holocaustos a cuando Orestes llegara a la edad viril sin duda vengaría a su padre. Pero a pesar de toda su elocuencia Hermes no pudo disuadir a Egisto, quien fue a Micenas con valiosos regalos pero odio en el corazAfrodita y regalos de tapices y oro a Ártemis, quien sentía rencor por la Casa de Atreo.

Representación en vasija de la venganza de Orestes,
hijo de Agamenón
h. Clitemestra tenía pocos motivos para amar a Agamenón, quien, después de dar muerte a su anterior marido Tántalo y al hijo recién nacido que estaba amamantando, se había casado con ella por la fuerza y luego se había marchado a una guerra que prometía no terminar nunca; también había autorizado el sacrificio de Ingenia en Áulide y —lo que para ella era aún más difícil de soportar— se decía que llevaba de vuelta a la hija de Príamo, la profetisa Casandra, como su esposa en todo menos en el nombre. Es cierto que Casandra había dado a Agamenón dos hijos mellizos: Teledamo y Pélope, pero no parece que él tratara de afrentar a Clitemestra. El informante de ésta era Éax, el hijo
sobreviviente de Nauplio, quien, para vengar la muerte de su hermano, le provocaba maliciosamente a cometer el asesinato. 

i. En consecuencia, Clitemestra conspiró con Egisto para matar a Agamenón y Casandra. Pero temiendo que llegaran inesperadamente, escribió a Agamenón una carta pidiéndole que encendiera una señal luminosa en el monte Ida cuando cayese Troya; ella, por su parte, dispuso una cadena de fuegos que transmitirían la señal hasta Argólide pasando por el cabo Hermeo en Leamos, y los montes de Athos, Macisto, Mesapio, Qterón, Egiplancto y Aracne. Apostó también un vigía en el techo del palacio de Micenas; era un fiel servidor de Agamenón que pasó un año entero agazapado como un perro, mirando hacia el monte Aracne y lleno de tristes presentimientos. Por fin, una noche oscura, el vigía vio el resplandor distante de la señal luminosa y corrió a despertar a Clitemestra. Ella celebró la noticia con sacrificios de acción de gracias, aunque, en verdad, habría deseado que el sitio de Troya durara eternamente. Egisto apostó inmediatamente a uno de sus hombres en una atalaya cerca del mar y le prometió dos talentos de oro por la primera noticia del desembarco de Agamenón. 

j. Hera había salvado a Agamenón de la violenta tormenta que destruyó muchas de las naves que regresaban a Grecia y arrastró a Menelao a Egipto; por fin un viento favorable le llevó a Nauplia. Tan pronto como desembarcó se inclinó para besar la tierra, llorando de alegría. Entretanto el vigía corrió a Micenas para recibir su gratificación y Egisto eligió veinte de los guerreros más valientes, los apostó en una emboscada dentro del palacio, mandó preparar un gran banquete y luego, montando en su carro, fue a recibir a Agamenón. 


k. Clitemestra recibió a su marido cansado por el viaje simulando que se hallaba muy contenta, hizo tender para él una alfombra de púrpura y lo condujo a la casa de baños, donde las esclavas le habían preparado un baño caliente; pero Casandra se quedó fuera del palacio, sumida en un arrobamiento profético, y se negó a entrar gritando que olía sangre y que la maldición de Tiestes pendía sobre el comedor. Cuando Agamenón se lavó y hubo sacado un pie de la bañera, dispuesto a participar en el banquete ya servido en las mesas, Clitemestra se le acercó como para envolverlo en una toalla, pero en lugar de eso le arrojó a la cabeza una prenda de malla tejida por ella misma y que no tenía aberturas para el cuello y los brazos. Y así, enredado en esa red como un pez, Agamenón pereció a manos de Egisto, quien le hirió dos veces con una espada de doble filo. Cayó hacia atrás en el baño de paredes de plata, donde Clitemestra vengó sus agravios cortándole la cabeza con un hacha. Luego corrió afuera para matar a Casandra con la misma arma, sin molestarse en cerrar los ojos y la boca de su marido, pero se limpió en su cabello la sangre que le había salpicado, para dar a entender que él mismo había sido el causante de su muerte. 

l. Una feroz batalla se libraba en el palacio entre la guardia de Agamenón y los partidarios de Egisto. Los guerreros eran muertos como cerdos para el banquete de un rico, o yacían heridos y gimiendo junto a las mesas servidas revolcándose en la sangre; pero Egisto triunfó. Afuera, la cabeza de Casandra rodó por el suelo y Egisto tuvo también la satisfacción de matar a los dos hijos mellizos que la profetisa había tenido con Agamenón; sin embargo, no consiguió deshacerse de otro de los bastardos de Agamenón, llamado Haleso o Halisco. Haleso logró escaparse y, después de andar largo tiempo errante en el destierro, fundó la ciudad italiana de Falerios y enseñó a sus habitantes los Misterios de Hera, que todavía se celebran allí a la manera argiva. 

Robert Graves, autor de Los mitos griegos
(The greek miths) (1955), compendio de narraciones
sobre mitología clásica de carácter enciclopédico.


m. Esta matanza se realizó el día 13 del mes Gamelión [enero] y, sin temor al castigo divino, Clitemestra decretó que se celebrara en ese día un festival mensual con danzas y ofrendas de ovejas a sus deidades guardianas. Algunos aplauden su resolución, pero otros sostienen que infligió una deshonra eterna a todas las mujeres, incluso a las virtuosas. También Egisto dio gracias a la diosa que le había ayudado. 

n. Los espartanos pretenden que Agamenón está enterrado en Amidas, ahora no más que una aldea, donde muestran la tumba y la estatua de Clitemestra, así como el templo y la estatua de Casandra; los habitantes incluso creen que Agamenón fue muerto allí. Pero la verdad es que la tumba de Agamenón se halla entre las ruinas de Micenas, cerca de las de su auriga, sus compañeros asesinados por Egisto y los mellizos de Casandra. 

o. Más tarde Menelao fue informado del crimen por Proteo, el profeta de Faros, y, después de ofrecer hecatombes al ánima de su hermano, construyó un cenotafio en su honor junto al río de Egipto. Cuando volvió a Esparta, ocho años después, erigió un templo a Zeus Agamenón; hay otros templos como ése en Laperse, Ática, y Clazómenas, Jonia, aunque Agamenón nunca reinó en ninguno de esos lugares.

                                                                         
(Tomado de Mitos griegos (1955) de Robert Graves)

lunes, 22 de enero de 2018

CASTOR Y PÓLUX

Los dioscuros, estatua atribuida
a Pasíteles (Grupo San Ildefonso siglo I a. C.)
Museo del Prado
El mito de Castor y Pólux, los gemelos inseparables nacidos de padres diferentes (uno mortal y otro divino), tiene probablemente origen en viejas creencias populares indoeuropeas. Llama la atención, por ejemplo, el su paralelismo con los Asvins, dioses de la India, cuyo nombre significa “potros” (Cástor y Pólux siempre van a caballo). Aunque, cabe señalar, que Cástor era famoso por su habilidad para domar caballos y cabalgarlos, y Pólux por su destreza en la lucha cuerpo a cuerpo.

Pólux o Polydeukes (“el muy dulce”) era hijo de Zeus (Jupiter) mientras que su hermano Castor (“castor”) lo era de Tindáreo, rey de Esparta, siendo engendrados ambos en el vientre de Leda. Así, a pesar de provenir de padres diferentes, los ligó una eterna y sólida amistad.
Según la versión más conocida, Zeus se metamorfoseó en cisne y sedujo así a Leda. Por esto se dice con frecuencia que los hijos de Leda salieron de dos huevos que ésta puso. Así, en esta versión, de un huevo nacieron Helena y Pólux -inmortales- y de otro huevo Cástor y Clitemnestra -mortales-. Sin embargo, otras muchas fuentes afirman que el marido mortal de Leda, el rey Tíndaro de Lacedemonia, fue en realidad el padre de algunos de los hijos, por lo que a menudo eran llamados con el patronímico Tindáridas. La cuestión de qué hijos eran mortales o medio inmortales y cuáles nacieron de un huevo u otro depende de la fuente: a veces se dice que Cástor y Pólux eran ambos mortales, y a veces que inmortales. Lo que sí coincide es que si sólo uno de ellos es considerado inmortal, éste era Pólux.
Los dioscuros en el reverso de una
moneda del emperador Majencio
Son diversas las historias que se narran sobre estos personajes. En una de ellas, cuando Teseo y Pirítoo secuestraron a su hermana Helena y la llevaron a Afidna, los Dioscuros la rescataron y raptaron en venganza a la madre de Teseo, Etra. También formaron parte del grupo de los argonautas comandados por Jasón.
En otra aventura, Cástor y Pólux raptaron a las hijas de LeucipoHilaira y Febe, y se casaron con ellas. Por esto, Idas y Linceo, los sobrinos de Leucipo, mataron a Cástor. Pólux, que había recibido el don de la inmortalidad de Zeus, convenció a su padre para que lo concediera también a Cástor. Así, ambos se alternaban como dioses en el Olimpo y como mortales fallecidos en el Hades.



El rapto de las Leucípides (1618) por Pedro Pablo Rubens
La fiesta de los Tindáridas se celebraba el 15 de julio. Aunque en la mitología griega Cástor era mucho más venerado que Pólux, ambos tenían su propio templo en el Foro Romano. 
El culto de los Dioscuros estuvo muy desarrollado en la antigüedad clásica. En Esparta y Atenas tenían sendos templos donde, durante siglos, fueron adorados como símbolo de la fuerza, de la guerra y, sobre todo, de la amistad. El folclore griego contiene una larga serie de apariciones milagrosas de los dos hermanos: los atenienses, por ejemplo, creyeron verlos combatir a su lado contra los persas en la batalla de Maratón.
Una leyenda romana consideraba que los Dioscuros habían luchado en la Batalla del Lago Regilo comandando la caballería de los romanos que derrotó a los latinos. Después del fin de la batalla, mientras abrevaban a sus caballos en un manantial que había en el foro de Roma anunciaron a los romanos la victoria. En el mismo lugar donde fueron vistos, se les erigió un templo y la fuente que había al lado fue considerada sagrada. Además, cada año se celebraban sacrificios y festividades en su honor conmemorando la victoria.
La constelación de Géminis y sus estrellas
más brillantes: Castor y Pólux
La constelación Géminis representa a estos gemelos, y sus estrellas más brillantes (α y β Geminorum) se llaman Cástor y Pólux en su honor. Hay también fuentes antiguas que los identifica con las estrellas de la mañana y la noche. Otras fuentes asignan a los Dioscuros el cometido de patrones de los marineros; con esa advocación se les dedicó un templo en el puerto de NaucratisEgipto.

En las artes plásticas hay varias representaciones de los Dioscuros. Dibujos en las cráteras muestran sus aventuras heroicas. Generalmente, se les representa a los gemelos a caballo o luchando, como en el casa de una antigua urna griega conservada en la Biblioteca Nacional de Paris. Un huevo, en lugar de dos, se conserva en un altar de Esparta. Hay medallas antiguas en las que se les representa siempre juntos como hermosos adolescentes. En estatuas y bajorrelieves de la escuela de Fidias se les representa montados a caballo. Un cuadro de Leonardo Da Vinci de la colección Spiridas de Roma, muestra la aventura de Leda y Zeus cuando el señor de los dioses se metamorfoseó en cisne para fecundar a la joven.

viernes, 30 de septiembre de 2011

HELENA


Helena de Troya por Evelyn
de Morgan
Hija de Zeus y Leda. Hermana de Clitemnestra, Cástor y Pólux. Su padre adoptivo fue Tindáreo. Cuando era niña fue raptada por Teseo y su amigo Peritoo y llevada al Ática, pero sus hermanos los Dióscuros la liberaron. Temiendo provocar una guerra entre los numerosos pretendientes de Helena, Tindáreo, su padre mortal, hizo jurar a todos que respetarían la elección de la muchacha, y ayudarían al elegido en caso de necesidad. Helena se casó con Menelao, rey de Esparta, con quien tuvo a Hermione. Fue raptada por París, que la llevó a Troya. La mayoría de los autores concuerda en que Helena consintió en el rapto, atraída por la belleza de París o inducida por Afrodita. Odiseo y Menelao, o bien Acamas y Diómedes, fueron como embajadores a Troya para reclamarla, pero en vano. Cumpliendo el juramento hecho a Tindáreo, sus antiguos pretendientes se unieron para vengar la afrenta hecha a los griegos, iniciándose entonces la guerra que durante diez años asoló a Troya. Después de la muerte de París, Helena se unió a Deifobo. En algunas ocasiones ayudó a los troyanos. Pero en el combate final fue ella quien agitó sobre la ciudadela la antorcha que era la señal convenida para que la flota griega asaltase la ciudad. Además de eso, retiró las armas de la casa de Deifobo para impedir la resistencia. Presentándose ante Menelao semidesnuda, se reconcilió con éste, que venía a matarla. Según una versión, los dioses le concedieron la inmortalidad y ella vivió eternamente en los campos Elíseos junto a Menelao. Otra narración  dice que –después de la muerte- se unió a Aquiles en las islas Bienaventuradas y tuvieron un hijo, Euforión. En la isla de Rodas Helena era honrada con el nombre de Dendritis.
Paris y Helena. Crátera de figuras rojas. Museo
de Louvre. Paris

Helena de Troya de Dante
Gabriel Rossetti